Nada que decir, solo unas pocas palabras.
Nada que apuntar. La libreta en blanco. Las manos vacías, ideas perdidas. Debajo de la cama no hay nada. Tampoco encima, salvo un lío de sábanas y cuentos esparcidos por la almohada afónica de tanto soñar despierta..
No hay comentarios:
Publicar un comentario